José Guerrero nace en Granada el 29 de Octubre de 1914, aquí se inicia en la pintura en la Escuela de Artes y Oficios pasando, algunos años más tarde, a la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando; en 1945 va a Paris donde estudia la pintura al fresco. Allí coincide con Eduardo Chillida y Pablo Palenzuelo y vanguardistas franceses; viaja por los principales países europeos, en Roma conoce a la que será su futura esposa Roxane Whittier Pollok, periodista americana que resulta fundamental en la vida del artista; en 1.950 se trasladan a N.Y. Guerrero expone regularmente en EE.UU.
En Washington presenta su obra gráfica en solitario sobre sus investigaciones acerca de la de la pintura natural e integración de la arquitectura, esto le conduce hasta la abstracción biomórfica con raíces mironianas.
El artista va evolucionando en su prolífera obra, en los años cincuenta su obra tiene un contenido simbólico que conecta directamente con las vanguardias de la escuela de N.Y.
En 1954 expone individualmente en "The Arts Club de Chicago", esto le abrió las puertas de América; más tarde vendría a Nueva York de la mano de la importante galerista Betty Parsans; durante estos primeros años conoce a "James Johson Sweeny" influyente crítico de arte quien adquirió diversas obras de Guerrero para los fondos del museo Guggenheim del que era director. A partir de éste momento Guerrero empieza a tener un lugar destacado dentro del movimiento expresionista americano aparece en sus cuadros, aunque muy contenido el dripping, el artista está más cerca de "Kline" y "Mothermele" que de "Pollok" y de "Koming", ya que Guerrero siempre quería tener la energía dentro del cuadro, mientras que los dos últimos que practicaban el actions peinters donde la energía desbordaba todos los límites del cuadro.
A partir de los años sesenta, Guerrero viene de forma intermitente a Granada, donde comienza una pintura más sosegada, los títulos de sus cuadros tienen más que ver con esos recuerdos de juventud como son "Albaicín", "Sacromonte", "Generalife", "la brecha de Viznar". (a Lorca).
En 1965 Guerrero se establece en Madrid, a caballo entre Cuenca y Nerja. En este periodo Guerrero usa colores puros, el negro siempre presente, unos colores coexisten con otros, construye figuras verticales como las fosforecencias basada en las cajas de cerillas de cartera, donde al pintarla encuentra ese modelo ordenado y rítmico, más tarde esas cabezas se convierten en arcos bien representados.
Más tarde da paso en su obra a los enormes campos de color también en colores puros, gustando de trabajar el color por el color, para él esto era comunicación y energía.
En 1.991 muere José Guerrero, para este momento su obra formaba ya parte de los más famosos museos españoles de arte contemporáneo.
Emilio te envío mi comentario sobre la exposición de José Guerrero, me pareció bien aunque, en honor a la verdad, debo decir que no tengo aún un criterio claro para poder apreciar este estilo que, sin duda, es una gran obra de arte. Un saludo.
Gertrudis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario